¿Conocéis la Convención Internacional de Naciones Unidas sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad (CDPD)?
Esta Convención recoge entre sus principios generales la Accesibilidad Universal, y ¿a qué nos referimos con este término?
La Accesibilidad Universal incluye los siguientes puntos claves:
1. Independencia, autonomía personal.
2. Participar en todos los aspectos de la vida.
3. Asegurar el acceso de las personas con discapacidad, en igualdad de condiciones, a:
3.1 Entorno físico.
3.2 Transporte.
3.3 Información.
3.4 Comunicación.
3.5 Servicios e instalaciones abiertos al público o de uso público.
4. Promover la disponibilidad y el uso de las nuevas tecnologías.
5. Ayudas a la movilidad, dispositivos técnicos y tecnologías de apoyo con precios asequibles.
6. Utilización de multicanales para transmitir la información, como la Lengua de Signos; Braille; modos, medios y formatos aumentativos y alternativos de comunicación y todos los modos relacionados con la comunicación accesible.
En definitiva, la Accesibilidad Universal es un eje transversal que permite la inclusión de las personas con discapacidad en la sociedad, de ahí que sea tan necesaria. Es un derecho y conlleva a la no discriminación.
Podéis encontrar más información acerca de la Convención en este link https://www.un.org/esa/socdev/enable/documents/tccconvs.pdf
En el ámbito español, contamos con la Ley General de los Derechos de las Personas con Discapacidad (Real Decreto Legislativo 1/2013, 29 Noviembre) https://www.boe.es/buscar/act.php?id=BOE-A-2013-12632 y en el Capítulo V se trata el Derecho ala vida independiente y la Accesibilidad Universal.
Se estima que en España residen 4,12 millones de personas con discapacidad, esto supone aproximadamente el 9% de la población total de España.
Por otro lado, la normalización realizada por las organizaciones internacionales puede ser una poderosa herramienta para el fortalecimiento de la accesibilidad mediante el establecimiento de las mismas normas en todo el mundo, permitiendo el desarrollo accesible de productos, dispositivos, entornos y servicios.
Parece obvio que la participación de las personas con discapacidad, de forma individual o a través de las organizaciones que las representan, es fundamental para validar cualquier solución que les afecte, como es la accesibilidad, pero ¿esto ocurre así?
Hay un lema de Naciones Unidas que resume perfectamente esta necesidad “Nada que nos afecte sin contar con nosotros”. Es primordial que estos colectivos tengan el derecho de participar activamente en la elaboración de la normativa sobre accesibilidad y en las propuestas de las soluciones que podemos encontrar en esta.
Una realidad de participación en España de personas con discapacidad fue la designación de un organismo independiente que aglutina a todas las organizaciones de este colectivo y que se llama CERMI https://www.cermi.es/es. La misión del CERMI es garantizar los derechos y la inclusión de las personas con discapacidad y de sus familias, además de la mejora de sus condiciones de vida y ciudadanía
Con respecto a la normativa técnica y las tecnologías de la información y la comunicación, las organizaciones de las personas con discapacidad pueden desempeñar un papel clave en la promoción de su uso ya que pueden ser un motor para la integración de las personas con discapacidad.
Ceapat-Imserso https://ceapat.imserso.es/ceapat_01/el_ceapat/presentacion/video_ceapat_cre/index.htm , el Centro de Referencia Estatal de Autonomía Personal y Ayudas Técnicas ,tiene como objetivo ofrecer servicios sociales de calidad para atender a las personas en situación de dependencia y sus familias. Ha jugado un papel claveen la elaboración y aplicación de normas técnicas junto con Aenor, lo que ha conllevado a que España sea reconocida mundialmente como referente en la normalización en materia de accesibilidad.
Fuente: Normalización y accesibilidad. Colección: 12 retos,12 meses. Ceapat-Imserso
Sin embargo, todavía estamos lejos del cumplimiento real de esta normativa, que se convierte en un gran reto. La normalización debe ser concebida como un proceso dinámico, actualizada a los cambios que puedan ocurrir. Otro reto es la existencia de productos y servicios que no se han diseñado bajo el principio del diseño para todos por lo tanto evidencian la falta de accesibilidad.
En definitiva, podemos llegar a la conclusión de que la escucha y la participación activa de las personas con discapacidad es primordial y que todavía queda mucho camino por recorrer para que la normalización sea efectiva y se aplique en su totalidad.