Primero conviene definir qué es el mobiliario urbano: “Es el conjunto de elementos existentes en los espacios públicos urbanizados y áreas de uso peatonal, cuya modificación o traslado no genera alteraciones sustanciales. Los elementos de mobiliario urbano de uso público se diseñarán y ubicarán para que puedan ser utilizados de forma autónoma y segura por todas las personas” (definición recogida en la Orden VIV/561/2010 de 1 de febrero, por la que se desarrolla el documento técnico de condiciones básicas de accesibilidad y no discriminación para el acceso y utilización de los espacios públicos urbanizados).
Sin embargo, en algunas calles de nuestras ciudades nos encontramos con que estos elementos hacen todo lo contrario, ya que obstaculizan nuestro paso o no podemos acceder a ellos, por lo tanto, ¿diremos que son accesibles o favorecen la accesibilidad? Claramente no, vamos a verlo más detalladamente.
Seguro que a muchos de vosotros y vosotras os ha pasado que ibais caminando por una acera y de repente os encontráis en medio una farola, un bolardo o una papelera que os impide el paso, y no os ha quedado otro remedio que caminar por la calzada con el riesgo que supone. Esa situación refleja perfectamente que no se tuvo en cuenta la accesibilidad cuando se diseñó la ubicación de esos elementos.
También, algo muy habitual que les ocurre a personas con discapacidad y personas ancianas es no poder hacer uso de esos elementos. Por ejemplo:
-Los bancos que no cuentan con respaldo o que no favorecen la transferencia de la silla de ruedas a ellos.
- No poder acceder a los contenedores o papeleras porque la entrada de residuos se encuentra a una altura demasiado elevada.
- Personas con discapacidad física que tienen afectadas las manos encuentran muchos problemas para accionar las fuentes.
- La iluminación debe ser la adecuada, y evitar zonas de mucha sombra que no ayudan a las personas con discapacidad visual a deambular.
- Alcorques que no están enrasados y pueden provocar la caída de las personas que transitan por esa zona.
Entonces, ¿Qué plan de acción se puede llevar a cabo para dar solución a esta problemática?
Desde ACCESSCITY os dejamos unos tips que os pueden resultar útiles:
1) Es esencial tener una visión global no sólo del elemento con el entorno sino de cómo interactúa con el resto de elementos.
2) Necesidad de que el mobiliario urbano siga los 7 principios de Diseño para todos(uso equiparable, uso flexible, simple e intuitivo, información perceptible, con tolerancia al error, que exija poco esfuerzo físico, tamaño y espacio para el acceso y uso).
3) Elegir la distribución de los elementos en función de las necesidades de cada espacio. Por ejemplo: en un espacio de información se requiere que haya la iluminación suficiente.
4) Que su ubicación no obstruya el paso en los itinerarios peatonales.
5) Orientación adecuada para su uso. Por ejemplo, que los bancos no estén orientados hacia los bordillos y calzada, es preferible que lo estén hacia la acera.
6) Adecuados sistemas de fijación y que se haga un mantenimiento permanentemente.
¿Qué os han parecido? Esperamos que os puedan ayudar a tener una mirada más crítica acerca del mobiliario urbano en nuestras ciudades.
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