A menudo una de las excusas más extendidas en las ciudades y que hacen referencia a cambios en el urbanismo de las mismas para hacerlas más accesibles pasa habitualmente por temas económicos.
Pero vamos a ver 3 actuaciones que no suponen costes elevados, y si muchos beneficios para las ciudades:
1) Peatonalización del centro: son lo que llamamos las SUPERMANZANAS, ciudades españolas de todos los tamaños se han unido a este modelo, se trata de la reorganización del tráfico en un núcleo concreto, normalmente en el centro, para crear un espacio peatonal, libre de vehículos. Los beneficios de estos son claros:
a. Bajamos las emisiones de CO2.
b. Los comercios y restauración de esa zona ven incrementados sus beneficios.
c. Los viandantes pasean con calma, y fomentamos la interacción social, ganamos en Calidad de Vida.
d. Fomentamos los desplazamientos a pie.
2) Itinerarios peatonales: este tipo de itinerarios van en muchas ocasiones junto con los carriles bici, se trata de estudiar los recorridos más habituales en las ciudades y hacer una valoración para que desde el punto A hasta el punto B haya un recorrido continuo completamente accesible. El coste de esto es pensar el recorrido, valorar su continuidad y pintar en la calle el mismo. Actualmente y con la situación pandémica que vivimos en la que la distancia social es una de las recomendaciones para la prevención, muchas ciudades han planteado espacios debajo de las aceras en la calzada para fomentar esta distancia en calles muy transitadas, con el simple hecho de desplazar el parking de los vehículos 1.5m de la calzada… aprovechemos estas iniciativas y adaptémoslas para que tengan continuidad el tiempo y en el recorrido
a. Más seguridad en los desplazamientos.
b. Priorizamos a los peatones frente a los vehículos.
c. Mejora la trama urbana
3) Tener en cuenta la accesibilidad en TODAS las fases de diseño de las nuevas actuaciones:
a. Evitamos el impacto económico que supone la adaptación posterior.
b. Creamos espacios humanizados y no arquitectónicamente impactantes.
c. Valorar la interacción de las personas con ese nuevo entorno construido.
d. Involucrar a las personas con discapacidad en el diseño, porque lo creado para ellos beneficia a todos.